La cerveza es una de las bebidas más famosas del mundo. Su origen se remonta a la Antigua Mesopotamia y en la actualidad, millones de personas la consumen de forma habitual.
Beber es una costumbre nacional muy arraigada en Alemania, lo que ha generado también una importante industria alrededor de su producción, es por eso se sigue muy de cerca lo que ocurre con el consumo.
Investigadores analizaron las heces de los trabajadores de una antigua mina de sal ubicada en los Alpes austriacos, lo que permitió revelar los gustos culinarios de esa época y en aquel lugar de Europa.
La cerveza también puede usarse a modo de complemento de belleza, para tratar el cutis, mejorar su aspecto y nutrirlo el cabello de forma natural.
La FAO y las Naciones Unidas han alertado sobre la huella climática, la deforestación y la pérdida de biodiversidad ocasionada por los productos animales.
Los mosquitos tienen sus preferencias al momento de picar. En el libro “El mosquito”, de Timothy Winegard, se explica por qué algunas personas son más proclives que otras a sufrir sus picotazos.
Según un estudio realizado por PREDIMED en España, el consumo de polifenoles, antioxidantes presentes en la cerveza, ayuda a disminuir eventos cardiovasculares como el infarto de miocardio o el accidente cerebro vascular.
Un estudio entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Granada, concluyó que la ingesta de cerveza moderada permite reestablecer las pérdidas hídricas del cuerpo tras una actividad física demandante