
De fabricar la mundialmente reconocida cerveza Duvel a producir la vacuna contra el coronavirus de Pfizer, Puurs, un pequeño pueblo belga de tan solo 26.000 habitantes, presume ahora de ser uno de los puntos clave en la lucha contra la pandemia.
Proporcionar a la gente salud y cerveza es una «buena combinación», bromea visiblemente orgulloso el alcalde de la localidad, en una entrevista con la agencia Efe.
Situado en la provincia de Amberes, a 30 kilómetros de Bruselas, Puurs es un municipio de tradición agrícola y habla neerlandesa que acoge a varias empresas farmacéuticas, entre ellas la norteamericana Pfizer, cuya planta tiene capacidad para producir 400 millones de dosis de vacunas al año.
Pero a pesar de la notable influencia farmacéutica en esta región, que da empleo a casi 5.000 trabajadores, Puurs es mundialmente famoso por elaborar desde 1871, la reconocida cerveza Duvel, una Belgian Strong Ale de 8,5% ABV.

El acceso directo al aeropuerto de Zaventem y al puerto de Amberes permite a Puurs exportar productos rápidamente por aire o mar a nivel mundial, lo que le convierte en un pueblo privilegiado.
Es precisamente por su «situación geográfica y la calidad del personal», remarca el alcalde, que la empresa norteamericana se decantó por este pueblo para fabricar el esperado medicamento contra el virus.
Van Der Heuvel recibió la noticia a principios de verano pasado, el pueblo que administra desde hace 24 años había sido elegido desde la sede central de Pfizer en Nueva York para tratar de ganar la batalla al Covid-19, junto al sitio gigante de fabricación de vacunas que la farmacéutica posee en Kalamazoo en Michigan (EE.UU.).
El político belga confía en el «esperanzador» resultado de la vacuna porque su producción y distribución «está controlada» antes de llegar al mercado.
La Unión Europea ha cerrado por el momento seis contratos con Pfizer y BioNTech (300 millones de dosis), Sanofi-GSK (300 millones), Curevac (405 millones), AstraZeneca y la Universidad de Oxford (400 millones), Johnson & Johnson (400 millones) y Moderna (160 millones).
Ninguna de ellas ha recibido aún el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que el viernes pasado instó a las diferentes farmacéuticas e investigadores a que trabajan en el desarrollo de una vacuna para el Covid-19 y a «continuar con los ensayos» más allá de cualquier plazo previamente definido, en busca de una «seguridad y eficacia a más largo plazo».